domingo, 4 de mayo de 2014

HACIENDO EQUILIBRIOS EN BERLÍN: RICHARD SERRA


Recordando un magnífico viaje a Berlín, con buenos amigos, 
para ver triunfar a otro amigo



Al hablar de simbolismo o de significados en el arte contemporáneo, hay ocasiones en las que parece que nos estamos metiendo en un berenjenal ajeno al artista y a su producción. Especialmente, desde el surgir del minimal parece que el espectador no tiene derecho a crear una imagen mental que le ayude a entender el porqué de la obra y su posible significado; algo que, por otro lado, es una necesidad fundamental entre el sujeto y el objeto para poder mantener una relación afectiva, sea del color que sea, que le permita tener conocimiento sensitivo e intelectual sobre el objeto-arte que se le pone ante sus ojos. Es una postura respetable pero imposible de cumplir. El objeto, cuando ha pasado por unas manos y una mente, ha pasado a ser un significante que contiene un significado. Ese significado es el concepto que se le ha otorgado y ese concepto, antes o después, pasa a ser de dominio público.

Por lo anterior, me atrevo a establecer aquí estas líneas conceptuales-simbólicas, casi emblemáticas, de dos obras de Richard Serra colocadas en espacios públicos de Berlín occidental en dos épocas diferentes, pero en diálogo continuado desde su enfrentamiento conceptual y físico, simbolizando un espacio de representación, prestigio y decoro, surgido durante la Guerra Fría.


Richard Serra, fotografía extraída de:  http://galleristny.com/2014/01/charlie-rose-vs-richard-serra-a-play-by-play/

Frente a la gran sala de conciertos de la Orquesta Filarmónica de Berlín (1960-1963) se erige, desde 1968, un espectacular edificio proyectado por Mies van der Rohe, el gran arquitecto alemán que tuvo que esperar a que las consecuencias de la Guerra Fría forzaran el encargo de apabullar con su arquitectura al Berlín oriental. Este edificio es la Neue Nationalgalerie de Berlín, templo de luz para el arte contemporáneo atesorado en el lado occidental, como muestra de la economía capitalista, que se disponía así en rigurosa oposición a la Isla de los Museos situada al otro lado del muro, buque insignia del Berlín cultural de todos los tiempos y ahora en zona socialista.

Vista general del edificio de la Neue Nationalgalerie de Mies van der Rohe

Detalle de la terraza donde se asientan las esculturas de gran tamaño de la colección, en su vista frontal.


En el diseño de este edificio hay partes verdaderamente geniales, entre las que destaca el gran podio-terraza que se extiende como plataforma sustentadora de la gran estructura miessiana de acero y cristal. Y aunque, realmente, las colecciones se desarrollan bajo esta monumental logia, lo importante es que este podium se convierte en una zona expositiva en la que se exhiben las grandes piezas escultóricas de la colección, que son difícilmente enclaustrables entre los muros de un museo. Entre otras, hay obras de Barnett Newman, Henry Moore, Calder o Chillida y, de entre todas ellas, mi favorita es la "pequeña" obra de Richard Serra Berlin Block for Charly Chaplin. Es, sin duda, una obra que impresiona aún sin conocer los detalles de su proceso de creación ni su historia.

La primera impresión que otorga la obra, despojada de conocimientos predeterminados, es la de una pieza con una fuerte carga de ironía, pues se trata de un cubo perfecto de acero corten que ha sido implantado en la perfecta geometría de Mies van der Rohe, pero sin darle ninguna concesión a la misma, pues todos los ángulos y aristas están desplazados con respecto al gran edificio, obligando a reflexionar sobre cual posee el equilibrio. 


Berlin block for Charly Chaplin, obra de Richard Serra en relación con el edificio de Mies van der Rohe.



Hasta aquí tenemos la información básica que nos otorga la pieza en sí misma y que nos brinda la escueta cartela del Museo y, a partir de ahí, tenemos que reconstruir su historia y su posible concepto. Para ello, solamente contamos con el título dado por Serra: Berlin Block for Charly Chaplin. Chaplin había muerto en 1977, un año antes de que se hiciera y colocara esta pieza, por lo que está claro el homenaje a uno de los artistas más importantes del siglo XX que había producido un cambio radical en la formación del lenguaje visual y, fundamentalmente, en el mensaje insertado en la obra, capaz de ser transmitido a grandes masas de público. Hay, por tanto, un homenaje a la figura, pero también es posible que lo haya al sistema de información desde la apuesta formal de la obra fílmica del gran actor inglés.


Chaplin fue un artista que vivía su época con entusiasmo y compromiso. Si se me apura, como buen artista –que diría Kafka– con el cronómetro ligeramente adelantado. Quizás por eso, vio con claridad los desequilibrios que se estaban produciendo en el mundo y la creación de bloques enfrentados en los que se estaba convirtiendo la política internacional. Obras como Tiempos modernos (1936) con su marcada crítica a los sistemas de producción capitalista y la alienación del obrero o El gran dictador (1940) y su abierta parodia crítica al nazismo y a Hitler; son prototípicas de su pensamiento y, por tanto, una importante referencia para Richard Serra en la escultura que nos ocupa.


El propio Serra, en una entrevista realizada por Mark Simmons, decía al respecto de esta obra que es un cubo de 77 Ton (sic) que ha atravesado la cubierta del edificio de Mies van der Rohe y ha quedado torpemente instalado, generando una visión tan cómica como la de los zapatos de Chaplin. Estas palabras fueron dichas en 1993 tras preguntarle lo siguiente:


Estamos en Los Ángeles, cerca de Hollywood. Usted hizo una escultura de Charlie Chaplin. ¿Por qué?
 

No está precisamente bien contextualizada la pregunta sobre esta pieza, entre otras cosas, por la banalidad de la misma y, no obstante, Serra da una clave casi sin querer: la cómica posición en la que ha quedado instalada la pieza con respecto a la plataforma del edificio de Rohe. En efecto, el cubo no está aposentado sino que, al ser arrojado y haber penetrado el forjado, ha quedado desequilibrado. La forma del cubo perfecto nos es otorgada por la psicología de la percepción pero la geometría real está truncada al no estar sus vértices paralelos a la horizontal del suelo ni a la vertical del otro gran bloque que es el edificio de la Neue Nationalgalerie. Hay, por tanto, una irónica oposición entre la rotundidad, equilibrio y ligera grandiosidad del edificio (otorgada por la transparencia de sus muros) y  el peso, la opacidad y el desequilibrio de la pieza de Serra. Estamos ante una pugna entre dos bloques que se alzan frente un ángulo del muro que dividía Berlín en dos. Es como una metáfora doble, por una parte el Gran Berlín, separado en dos porciones y, aparentemente en equilibrio hacia 1978, en el que la separación producida se veía como una situación insalvable. Por otra parte, el enfrentamiento de equilibrios provocaba un desequilibrio latente, como síntoma de oposición, y auguraba una ruptura de la situación.


Curiosamente, años después, será Richard Serra el protagonista de otra escultura dedicada expresamente a la ciudad de Berlín, al cumplirse su 750 aniversario. En 1987 se le encarga una nueva obra que él titulará Berlín Junction que sería instalada ante el Museo de artes decorativas Gropius-Baus. Como ya dijimos, esta política museológica estaba trazada para competir con la Isla de los Museos del lado oriental y se aprovechó para ello un magnífico edificio neo-renacentista, obra de Martin Gropius y Heino Schmieden, que estaba situado, no ya frente al muro, sino prácticamente pegado al muro. Es decir, claramente visible desde el otro lado. Situación ideal para poder cumplir su labor propagandística del orden capitalista occidental.


1987 es un año crucial en la historia de la caída del muro, pues la excusa del 750 aniversario permitió realizar diferentes fastos entre los que sobresalió la visita, el 12 de junio, del presidente Ronald Reagan que, en una actitud desafiante, se asomó desde las ruinas del Reichstag al otro lado del muro, mientras los soldados orientales vigilaban los movimientos con prismáticos. Instantes después, daba un discurso público en una tribuna situada frente a la Puerta de Brandenburgo, en el que pronunció la célebre frase: 


Secretario general Gorvachov: si usted busca la paz, la prosperidad para la Unión Soviética y para la Europa del Este, si persigue la liberalización, venga a esta puerta, ábrala, derribe este muro.


Obviamente, todo este desafío no habría tenido el mismo peso, si Gorvachov no hubiera iniciado ya sus políticas de Perestroika y Glasnost y se hubieran iniciado las cumbres de distensión entre los dos bloques, así como la importante rebelión en Polonia con el sindicato Solidarnosc.


Pero el hecho es que, al año siguiente (1988) con el consejo y aquiescencia del propio Serra y ante la presión ciudadana, se traslada Berlin Junction de su lugar original en el mencionado Gropius-Bau a su actual ubicación junto a la sala de conciertos de la Filarmónica de Berlín. Cuando hablamos de presión ciudadana no nos referimos a que la población pidiera el traslado de la pieza: lo que se pedía era la instalación de un monumento conmemorativo de las víctimas del Programa de Eutanasia del nazismo, proyectado desde el edificio denominado T4, situado en la parcela en la que se había levantado la sala de conciertos y del cual no quedaba ni recuerdo. Un movimiento popular recuperó la memoria del lugar e informó desde un Museo-Autobús Gris, que evocaba a los que se usaban para trasladar a todos los disminuidos físicos o psíquicos para su exterminio, de este horroroso punto geográfico inserto en la llamada Topografía del Terror en Berlín. Este mismo movimiento popular fue el que demandaba al ayuntamiento un monumento específico. Pero el consistorio decidió no hacer ningún encargo sino trasladar la reciente escultura de Serra a la nueva ubicación, generando una polémica que, aún hoy, no ha permitido que sea aceptada popularmente como representativa del hecho, pese a las propias intenciones del escultor en 1988. 

Foto extraída de Google maps


La obra está formada por dos láminas de acero corten de formas curvas situadas paralelamente y en precario equilibrio que en algunos puntos se acercan, dejando un estrecho pasillo practicable entre ellas. Recordemos que su instalación inicial era frente por frente al muro, aún en perfectas condiciones, rectilíneo, opaco y sin fisuras físicas. Recordemos, también, que si en 1978, cuando se hace Berlin Block for Charly Chaplin, las distancias políticas eran abismales y el fin del conflicto no se veía en el horizonte, en 1987, tras la Cumbre de Reykiavik y los hechos comentados anteriormente, la situación era más halagüeña y se vislumbraba la desaparición del infame muro. Por tanto, al hablar de esta escultura, hay que tener en cuenta la primera intención y no la segunda como válida. Aunque de forma polisémica, se le puedan atribuir valores de memoria sobre la T4 nazi. 

Así, las dos líneas curvas inclinadas, tendidas, creando un “paso”, que se enfrentaban directamente sobre la línea recta y maciza sin posibilidad de penetración que era el muro, establecía nuevamente una dialéctica entre contrarios, al igual que pasaba con la obra de la Neue; solamente que aquí había un cierto grado de optimismo y no de ironía, como se puede interpretar simbólicamente si vemos en cada plancha de acero un lado de Berlín y, en sus acercamientos, la acción de estar uniéndose que propugna el título de la obra.

Plano de situación de los elementos comentados en esta entrada del blog

Hoy, situada sobre lo que fuera la oficina de la T4, desde donde se planificó la eutanasia forzosa de miles de personas, la obra ha sido intervenida en varias ocasiones para darle un contenido simbólico que la obra no posee y, uno de los más interesantes, es su propio emplazamiento –no sé si es atribuible a Serra– pues se encuentra enfrentada a la pieza de la Neue, casi visibles entre ellas.  La línea visual recta que se produce funciona, en el fondo, como el complemento de dos perspectivas históricas nacidas desde un mismo creador, lo que también les hace contener un sentido simbólico de reunión.



Para conocer más detalles sobre los momentos históricos aquí tratados: