domingo, 25 de septiembre de 2011

EL EMPERADOR, HÉRCULES Y CACO EN TARAZONA



La fachada del Ayuntamiento de Tarazona que ha llegado hasta nuestros días es una curiosa combinación de elementos originales con copias extraídas de otro edificio, pero la realidad es que es un conjunto tremendamente llamativo y curioso en el que se pueden definir tres espacios fundamentales. En la primera planta se desarrollan a gran tamaño los relieves alegóricos de Hércules, Caco y Pierres/Tubalcaín y, entre ellos, los de la Justicia y la sabiduría. Encima, en un largo friso corrido, la cabalgata de la coronación imperial de Carlos V en Bolonia y sobre éste una armoniosa galería plateresca de arcos de medio punto y medallones.



Fachada actual del Ayuntamiento de Tarazona


Pero vamos a hacer algo de historia. Tarazona poseía en el siglo XVI unas casas consistoriales ubicadas en la plaza de la Magdalena, por lo que cuando se comienza a construir el edificio que nos ocupa, no se hace con destino al gobierno municipal, sino que las obras realizadas en la plaza del mercado, entre 1557 y 1563, son para realizar una lonja y dependencias de control de pesos y medidas; es decir, la sede del almotacén. Lo que si es significativo es que desde ese mismo momento exista un tercer cuerpo con arquería y probablemente un cuarto, del que quedan restos en la representación de un salvaje que hoy se conserva en el edificio colindante. Sabemos también que hacia finales del s. XVI y comienzos del XVII, el edificio pasa de ser lonja a ser “las casas de la ciudad” pero al estar realizado con materiales endebles y con problemas de aguas, por su ubicación, va a tener que ser reparado constantemente hasta que en 1774 desaparecen las plantas altas, perdiéndose en ese momento la galería de arquillos que había servido al cabildo municipal para presenciar festejos populares y las procesiones del Corpus. Hacia 1880, se realiza un proyecto para reconstruir el tercer cuerpo y hacia 1960 se vuelve a demoler todo por la inminente ruina de el edificio, llegando arruinado hasta 1968, fecha en la que se le encarga a Fernando Chueca Goitia su restauración que hoy diríamos polémica, pues forró la parte baja del edificio con cantería y reconstruyó la galería de la tercera planta copiando literalmente la galería superior plateresca del cercano monasterio cisterciense de Veruela, trasladando de este modo al edificio turiasonense heráldicas sin sentido. Todas estas obras se realizaron entre 1970 y 1973, dejando desde entonces la actual fisonomía del ayuntamiento.


Alegoría de la Sabiduría

La planta baja está muy alterada en materiales y huecos y no reviste ningún interés, pero en la primera se muestran los bajorrelieves en yeso de la Justicia y la Sabiduría, escoltando el arco de entrada al edificio. Ambas alegorías son recuerdo y vigía constante de las buenas virtudes que ha de tener el gobernante. A la altura de los balcones, y de izquierda a derecha, los relieves de Hércules, Caco y Pierres, curiosa mitología de referencia local. 
Hércules, además, es una referencia directa al Emperador Carlos V que utilizaría constantemente los emblemas de las Torres de Hércules por su filiación hispana y las aspas de Borgoña por su filiación con la casa ducal. De todas formas, la mitología turiasonense cuenta la siguiente historia sobre los orígenes de Tarazona:

A Pierres se le identifica con Tubalcaín, fundador de Tarazona, al que Caco usurpó sus tierras. Covarrubias daría la siguiente definición en su Tesoro de la lengua castellana que se ajusta totalmente a la representación que nos ocupa:


Dizen auer sido hijo de Vulcano, porque siendo ladron famoso, hazia grandes estragos de robos, muertes, e incendios, y por esto dezía echar fuego por la boca, infesto a Italia en tiempo de Euandro, y bolviendo Hercules de España, muerto Gerion, le hurtó sus vacas, y las encerró en su cueva, lleuandolas por las colas, y como las pisadas iuan al reues, desatinó Hercules, y boluiase a buscarlas a otra parte, pero con el cariño de las demas que auian salido al pasto, dieron bramidos, y descubierta la traycion, le mató Hercules, cobró sus vacas, y libertó la tierra. 

Hércules, Caco y Pierres/Tubalcaín


Entonces Hércules lo persiguió y dio muerte para inmediatamente devolver el orden a la comarca y refundar la ciudad, por lo que desde entonces el escudo de la ciudad muestra el siguiente lema “Tubalcaín me edificó. Hércules me reedificó”

Fragmento del friso de la Coronación
En esta primera planta se encuentran también las heráldicas imperiales, de Aragón y locales y, sobre ellas, el magnífico friso de treinta y dos metros de largo en el que se describe la procesión triunfal o cabalgata que realizaron el Emperador Carlos V y el Papa Clemente VII, la jornada del 24 de marzo de 1530, con motivo de la coronación imperial en Bolonia. Este extenso relieve en yeso es obra probable de Alonso González que se basa en los grabados que realizara Nikolas Hogenberg del gran acto festivo del emperador. En él, multitud de caballeros, pajes, escuderos, arquitecturas militares y religiosas, peones con estandartes, soldados, religiosos, los atributos del Imperio y máquinas de guerra, escoltan a Carlos V y al Papa a caballo y bajo dosel. Es sin lugar a dudas una de las más fieles representaciones de la fiesta renacentista que nos ha llegado hasta nuestros días.


Fragmento del friso en el que pasan bajo palio el Emperador Carlos V y el Papa Clemente VII
 

Por último, la tercera planta es la reproducción de la galería alta del claustro del Monasterio de Veruela que, como dije más arriba, fue copiada literalmente por Chueca Goitia durante su reforma de los años setenta. Es una logia de arcos de medio punto sostenidos por columnitas y con antepechos decorados con heráldicas y tondos que contienen cabezas frontales de guerreros y damas, escoltados por decoraciones platerescas relacionadas con los grutescos: sierpes y cuernos de abundancia. En las enjutas de los arcos un nuevo repertorio de personajes, algunos auténticos retratos y, en las claves e intradoses, cabezas de angelillos y puttis. Todo ello resuelto en yeso, constituyéndose en uno de los mejores ejemplos (el original de Veruela) de escultura en este material de todo Aragón que pone en relación los talleres mudéjares y la supervivencia ante los nuevos gustos del renacimiento, algo similar a lo ocurrido en Granada tras su incorporación al reino de Castilla.

Galería superior del Claustro del Monasterio Cisterciense de Veruela



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